Aunque estemos cansados y luchemos contra nuestra incapacidad para encontrar soluciones, seguimos soñando con un universo de fuerzas creativas libres y poderosas materializadas en imágenes luminosas y llamadas a convocarnos morfológica y expresivamente. No obstante, percibimos desilusiones y derrotas, infiernos y desventuras. Y con nosotros el arte, que va de oca en oca y tiro porque me toca.
BLEUER
Bleuer nos hablaba de estados de ánimo o del pensamiento en los que se manifiesta un dualismo de lo instintivo, sentimental o conceptual. Por lo que vivimos entre síntesis de contrarios: el éxtasis y la angustia, el placer y el dolor, la afirmación y la negación, el anhelo de crear e ir a otro más allá, el odio y el deseo de lo real.
BERGSON Y NIEZSCHE
Los signos del tiempo han sido sometidos a una cirugía de contribuciones a dedo y chip, y la idea de origen del artista que se consolidó como profeta, héroe, predicador, solitario, inspirado, en contacto con lo invisible y con conciencia de futuro, se subió a un retablo y de allí ya no bajó. Incluso se llegó a decir lo de que la creatividad se había convertido en el bien supremo de la humanidad (Bergson), además de la actividad metafísica esencial del hombre (Nietzsche).
BONTEMPELLI
Bontempelli se avino a comentarnos el fenómeno de esa búsqueda de lo mágico y de lo misterioso experimentada en el siglo XX como reencuentro de lo real inmanente, bien que procurando multiplicar por todos los medios los planos de dicha realidad, haciéndola accesible por vías hasta el momento inéditas.
LOURDES CIRLOT
Hay autoras como Lourdes Cirlot, no obstante, que consideró que en los años setenta y ochenta del siglo XX, los artistas habían encontrado nuevas vías dentro de la posmodernidad, que, pesar de ser un mero reciclaje de estilos y modas del pasado, comportaban amplias posibilidades, excepto las del pastiche con el que está asociado esa tendencia.
Al final, tenemos que consolarnos con esa manifestación de Breton, que quiere hacernos creer que ya no percibimos la contradicción entre vida y muerte, lo real y lo imaginario, el pasado y el futuro, lo comunicable y lo incomunicable, lo alto y lo bajo –hasta que te caigas-, por haber a la unidad total.
Por lo tanto, si esto es todo lo que hay por ahora, pues no queda otra que continuar indagando, explorando, pretendiendo, escudriñando, intentando, concretando, materializando, ensayando, probando y experimentando. ¿O es que queda alguna más?
Gregorio Vigil-Escalera
De las Asociaciones Internacional y Española de Críticos de Arte (AICA/AECA)