La bionegatividad y la psicopatía se han cebado con los artistas en un momento determinado. Algunos estudiosos y científicos se han empeñado en la suposición de que hay una relación genética entre las capacidades artísticas extraordinarias y las perturbaciones psíquicas. Sin unas bases comprobables, W.Lange-Eichbaum han llegado a constatar que de una relación de setenta y ocho nombres, el ochenta y tres por ciento han sido declarados psicópatas, un diez por ciento ligeramente psicópatas y un siete por ciento sanos. Después ha habido otros especialistas que han incidido en este mismo tema con similares orientaciones y forzados resultados.
Si nos atenemos a casos concretos, se ha dicho que GAUGUIN era sifilítico, de sangre india, amargado, casado infelizmente y esquizofrénico; de GERICAULT, que estaba tuberculoso y era tímido y cohibido; de URS GRAF, que su descuidada vida lo llevó repetidas veces a prisión; de GRÜNEWALD, lo de que al final de su existencia se convirtió en un estrafalario melancólico y esquizoide; de DELACROIX se comentaba que era nervioso, bilioso, con múltiples ataques de tristeza; de PARMIGIANINO, que acabó siendo un obseso de la alquimia, melancólico y con un estado de total desamparo; de RAFAEL se decía que era femenino, de raza germánica y de pigmento oscuro. Hasta se creyó en una relación positiva entre prostatitis, la negligencia, las piedras de la vesícula, etc., y la productividad creativa.
No sé si en última instancia todas estas investigaciones han sido desechadas, me inclino porque así haya sido, pero si hay que apuntarse a ellas más vale hacerlo en plena resaca y con irresistibles ganas de no conseguir salir de ella para ver si entre tanto se nos pegan alguna de esas cualidades extraordinarias.
Gregorio Vigil-Escalera
De las Asociaciones Internacional y Española de Críticos de Arte (AICA/AECA