Sarah Vaughan, conocida como «la Divina», fue y es, una de las más grandes cantantes de jazz de todos los tiempos. Nació en Newark, Nueva Jersey, en 1924, y comenzó su carrera musical a los 18 años cantando en clubes nocturnos en Nueva York.
Vaughan se destacó por su voz extraordinariamente versátil, capaz de alternar entre tonos graves y agudos con facilidad. También se hizo famosa por su habilidad para improvisar y su dominio del scat, una técnica vocal que implica hacer sonidos con la boca en lugar de cantar palabras.
A lo largo de su carrera, Vaughan grabó numerosos álbumes y ganó varios premios, incluyendo cuatro premios Grammy. Además de su talento musical, también fue una defensora de los derechos civiles, participando en manifestaciones y donando dinero para apoyar la lucha por la igualdad racial.
Un dato curioso sobre Vaughan es que fue una de las primeras cantantes de jazz en utilizar una técnica llamada «vibrato de glissando», en la que se utiliza un vibrato rápido mientras se mueve la nota de arriba a abajo. Esta técnica se hizo muy popular entre los cantantes de jazz después de que Vaughan la popularizara.
Vaughan también formó parte del grupo de «Reinas negras» del jazz junto a Billie Holiday y Ella Fitzgerald, entre otras. Juntas, estas artistas rompieron barreras raciales y de género en la música, abriendo el camino para las futuras generaciones de artistas afroamericanas.
En resumen, Sarah Vaughan es una de las más grandes cantantes de jazz de todos los tiempos, conocida por su versatilidad y su dominio del scat. También fue una defensora de los derechos civiles y una de las «Reinas negras» del jazz, junto a otras grandes como Billie Holiday y Ella Fitzgerald.