Reflexionando sobre Balthus.
De nuevo, la ya rancia polémica sobre Balthus y su obra está marcada de matices, y sigue estando en la pica. Desde su mirada y su religiosidad, lo que él veía realmente eran ángeles con toda su naturalidad, o también podemos irnos a esa perversa afición de las Lolitas tan cuestionada y cuestionable. En el arte podemos mezclar moralina con ética, o deberíamos de ponernos a la simple mirada pura, limpia y sincera del artista. En el arte debe haber verdad, difícil de discernir si sólo la contemplamos con las bases de un intelecto racional y hermético con el que desde la sociedad en general hoy en día lo contemplamos. Es meternos en unas entrañas de las cuales solo podemos dar una opinión un tanto atrevida que incluso por los más cercanos o conocedores de su obras, seguramente entre ellos mismos, generaría controversia.
El erotismo
El erotismo siempre presente en sus obras, despertó la sombra de la censura y el cuestionamiento de la misma, por un lado favorecedor, despertando la visión de sus obras hasta para los más detractores, factor que contribuyó a su fama y por otro lado el estar siempre en la pica.
En algunos medios le califican como provocador, que gracias a esa polémica y constante cuestionamiento llegó a la alta y desmesurada cotización de sus obras de las que algunos críticos califican como vulgares, sus dibujos y apuntes. Pero por las cuales colecciones privadas de prestigio, se podría decir que están literalmente a tortas buscando sus obras.
Podemos sacar las más conocidas pero vamos a aportar otra mirada y a intentar ver algo más allá, ésto solo es una propuesta.
En el arte una de dos o ves más allá, o intentas no ver nada y vamos a ver que nos cuenta lo que observamos. «Demasiado simplista de nuevo pero para hablar de éste artista puede servirnos de ejemplo».
Pierre Klossowski de Rola
Al ver como ve Balthus a su hermano Pierre Klossowski de Rola y su obra, nos lleva aún a una reflexión más profunda de la misma. La obra de Pierre infinitamente más limitada en comparación a la de su hermano, pero él tenía la suerte de su lado, tenía y estaba arropado por los más prestigiosos nombres en literatura, filosofía, poesía, pintura, y congeniaba con todos, tenía esa inteligencia emocional de la que su hermano Balthus tanto carecía, llegó a ser tan famoso como su hermano aunque solo hizo ilustraciones bastante flojas de realización.
Balthus escribió de su hermano: «La obra de Pierre Klossowski es un diamante negro, yo pinto más bien añicos de estrellas, escalofríos de alas y epidermis de niños que apenas los ángeles rozan». «La atracción por lo morboso y las seducciones de la perversidad y el sadomasoquismo de mi hermano forman parte a menudo de su imaginario. Inspirado por la divinidad concibe aventuras transgresivas».