No se entiende la historia contemporánea sin un café, ambos caminan juntos. La Revolución Francesa y sus secuelas encontraron su campo de acción en los cafés. En el siglo XIX el liberalismo y los conspiradores de España, los carbonatos italianos, los combatientes de la lista estadounidense en Grecia, los escritores románticos, o los pintores impresionistas no se explican sin sus cenáculos y reuniones en estos locales públicos. Tampoco los movimientos literarios o las revoluciones estéticas finiseculares como el modernismo y las vanguardias artísticas que en los cafés encontraban un camino para manifestarse y formar capillas de fieles adeptos a un ideal o tendencia.
Extracto de «Cafés Históricos». Fotografía de la edición ilustrada de 1796, perteneciente a grabado, representación de un café. De neo-clasistas columnas toscanas, con velador rectangular y un mueble de estanterías con tazas, botellas y una sopera. Más la imagen de un café Italiano que español. Influenciado por los viajes del autor.