Interesante artista es el que visita ésta vez el Club567, Said nos conmueve con un entramado hipnotizante, recomendable y de obligada visita.
Os invitamos a la inauguración el próximo martes 15 de Octubre de 19:00 a 21:00 h en la Sede del Club567 C/Velázquez, 12 Planta 4ª
Dejamos una reseña del profesor de Said, que espero anime a visitar esta bonita exposición.
SAID, ESAS TRAMAS TAN COMPLEJAS
Llevo impartiendo clases de plástica contemporánea desde el 1992, es un tipo de enseñanza que busca el desarrollo creativo del alumno. Con una media entre 25 y 30 alumnos por curso y por los años de abertura de la escuela se comprenderá la gran cantidad de alumnos que han pasado por ella pero todos eran de cultura occidental. Unos más y otros menos eran conocedores de nuestra rica tradición pictórica o artística pues en el área de la cultura europea sin darnos cuenta hasta la persona más alejada del mundo del arte tiene en su memoria imágenes de obras, nombres de autores, etc, asimismo conceptos técnicos como harmonías de color, tipologías de pinceladas etc. son conocidos porque la pintura forma parte de nuestra cultura europea.
Pero con la llegada de Said allá por el 2010 entró un autor que ya no era occidental, pertenecía a una cultura en la cual la pintura llegó recientemente, que no ha dado obviamente las escuelas pictóricas que existen en el arte europeo, a mi nuevo alumno no le podía hablar de la fuerza de Picasso, o de los colores de Matisse, o de la capacidad pictórica de Antonio López porque no los conocía, no podía aconsejarle la composición de tal o cual artista, de la delicadeza del otro autor, la fuerza de este gran pintor porque todo ese mundo, porque todas esas “experiencias” él no las conocía. Said nació en el Yebha un pequeño pueblo de pescadores del norte de Marruecos, delicioso, tranquilo como una imagen fosilizada de aquel mediterráneo que la avaricia nos robó hace ya demasiados años, no creo que antes de venir hubiese visto demasiada pintura, u obras artísticas, su entorno no daba para eso, como enseñante me encontré confrontado con un alumno con el cual debía utilizar otros recursos, otras estrategias, pero ¿cuáles?.
Al principio Said, que ya tenía afición básicamente por el dibujo y que algunas veces dibujaba el mundo que le rodeaba en su localidad natal, le pedí que dibujase ese mundo, que plasmase en papel, con técnicas sencillas lo que le dictaba su imaginación. Como suele ser habitual su deseo era reproducir lo más fielmente posible el mundo real, esa faceta artística es laboriosa, de años, personalmente tampoco veía claro que él fuese por esos caminos naturalistas, ya entreveía al Said creativo en pequeños fragmentos de los dibujos a lápiz que estaba haciendo, o en los monotipos a una tinta o coloreados con acuarela, en esos fragmentos muy poéticos e imaginativos nuestro autor trasmutaba lo real en lirismo, en fuerza poética, y fue capaz de mostrar un rico y personal mundo onírico, naif, bello, porque bebía de su rico mundo interior. Cuanta delicia sus árboles soñados, cuanto encanto sus figuras de animales.
Poco a poco, afortunadamente comprendió que un dibujo no es mejor en función de la mayor aproximación al visible sino por la fuerza interna, por seguir correctamente las leyes propias de la creación. De esos papeles, de tamaño aproximadamente folio, pasó a dibujar una magnífica serie sobre lienzo de árboles imaginados deudores del mundo naif casi “art brut” en los cuales el subconsciente impregnaba los trabajos, durante unos años pues nuestro autor estuvo practicando con rotuladores y bolígrafos sobre lienzos, cartones o telas sin imprimación, parecía que había encontrado un camino personal y lo había encontrado pero la inquietud propia de Said ben Sal.lah y su inconformismo lo llevaron quererlo ampliar, a entrar en otros campos, como el instalativo o en particular el mundo objetual, recuerdo nítidamente una inquietante escultura de raíz surrealista con una base de coral y en el que los “tentáculos” coralinos acababan en ojos implorantes.
Su capacidad creativa en el dibujo le pedía que entrase en nuevas investigaciones dibujisticas y de ahí surgió la serie en la cual anda actualmente metido y que presenta en esta exposición, son unos trabajos realizados con rotuladores y bolígrafos sobre cartulina y papeles, unos trabajos minuciosos de una paciencia infinita que podrían resultar decorativos si no fuese por la energía creativa de nuestro autor que es capaz de atrapar nuestra mirada, de emocionarnos con esas marañas y tramas de líneas que nos inquietan porque sabemos que la paz que emanan está muchas veces “trufada” de inquietantes sexos femeninos desafiantes, de formas como de seres extraños ocultados bajo la tupida maraña de líneas. Imaginamos al autor casi en mediación, obsesivamente rayando, rayando hasta el cansancio, hasta el olvido de si mismo, hasta penetrar en las cavernas de su subconsciente para encontrar las líneas de comunicación. Son dibujos que de forma subliminar nos pueden remitir a la trama de alfombras o mundo textil de la rica tradición de su cultura en el “horror vacui” de los azulejos o esgrafiados de la arquitectura árabe, obras en las que muchas veces nos introduce en la serenidad de la melodía rítmica repetitiva hasta la obsesión, hasta el aturdimiento propia de las músicas de raíz espiritual .
Said ha encontrado su veta expresiva, ha sabido ver que su expresión pasa por el dibujo particularmente de línea, ha comprendido en su totalidad que la fuente de la cual ha de beber es desde la autenticidad de su mundo interior, de sus sensaciones, de su sinceridad y también por eso que nos emocionan sus trabajos. Ójala que las miradas que se depositarán sobre ellos sean miradas dispuestas al diálogo.
JOSEP PEDRÓS
MAESTRO DE L´ESCOLA DE PLÀSTICA EXPERIMENTAL A. VIVES