Filósofo y Escritor.
Estudió Filosofía en la Universidad de Lomonosov. Moscú.
Con una particular mirada del mundo que nos rodea, nos transporta, de las más remotas miserias humanas, al más ardiente de los deseos. Descuartizando al ser humano en cada tramo de sus textos. Provocador nato, se gusta de llevarnos a las profundidades de los comportamientos, arrastrándonos y vapuleándonos, para darnos un baño de humildad y realidad sin capas, sin filtros, con toda la dureza que lleva el comportamiento del ser humano en los momentos de mayor crudeza y miseria.
Los escritos y poesías de Eugenio tienen ese tinte barroco de los clásicos, esa llama de la pasión de los que han vivido con el alma, y no se la han vendido aunque si a veces convivido, al diablo.
Tienen ése aroma a tasca y vino. Aroma a noche, aroma a lo vivido que no elegido.
Eugenio tiene el poema en la curva de la mujer, en la sonrisa de la pelirroja, en la bondad del vagabundo, en la ira del tirano, en la perversión del proxeneta, en la sensibilidad de la meretriz para envolver al pobre diablo, todas esa profundidades y más navegan y divagan en los poemas y los relatos de el escritor.