EXPO ART II HOTEL PALACIO DEL RETIRO
El desarrollo de la pintura no figurativa o lo que comúnmente se llama abstracción tuvo varios puntos de referencia, Kandinsky fue el primero en sistematizar la interpretación de las formas no concretas y darle un significado vinculando la música con el color y las formas, esta búsqueda de la sinestesia acercó la representación pictórica al mundo de la abstracción, pero Kandinsky generó normas que se alejaban cada vez más de la acción espontánea, sus cuadros eran partituras plásticas de diferentes órdenes que representaban los sonidos.
Pero ¿Qué ocurre si abandonamos la razón? ¿Qué ocurre si nos adentramos en el terreno de lo espontáneo, de lo aleatorio, de lo imprevisible?
De pronto la experiencia pictórica se convierte en un juego ensoñador que motiva la imaginación tanto del artista como del espectador. La realización de trazos, formas, salpicados de manera automática e imprevisible nos hace viajar al terreno de las sensaciones. Lo concreto desaparece y nos dejamos llevar por la emoción. ¿Cómo representar la soledad o la multitud, el ruido o el silencio, la vida o la muerte sin la necesidad de definir figuras concretas simplemente como resultado de una pintura en acción que nos desvelará su sentido una vez esté acabada y que, durante su proceso creativo, decidirá su camino paso a paso sin unas reglas establecidas a priori?
El automatismo
Nos dio esa clave, la búsqueda de formas aleatorias, es decir la búsqueda sin buscar, simplemente dejándose llevar por lo espontáneo o quizá por el subconsciente, donde afloran sentimientos profundos no condicionados por lo concreto sino por las sensaciones y los estados de ánimo. En este terreno nos encontramos en esta exposición, donde nuestro cerebro pretende vencer buscando formas concretas hasta que finaliza en una derrota segura que nos conduce al terreno emocional, a la experiencia de las sensaciones y sentimientos que, en el fondo, son más reales que el propio objeto.
Pintura Gestual
Jorge Pedraza nos traslada a ese terreno emocional, la vorágine que provocan sus composiciones son producto de la pintura gestual, la descripción de las formas a través del movimiento, el salpicado de la pintura, el color, hacen que sus composiciones nos envuelvan y nos trasladen a diferentes estados de ánimo. El expresionismo abstracto convierte al proceso pictórico en una danza casi tribal donde el pintor nos invita a bailar con sus colores para comprender que se trata de la narración de un proceso de creación. Podemos imaginar cual es la actitud del autor a la hora de llevar a cabo sus piezas.
El caos ordenado
Pedraza elabora laberintos emocionales, donde el caos aparente o el desorden controlado pueden ser metáforas de nuestra vida cotidiana. Sus piezas dan como resultado una serie de mapas cognitivos que tiene que ver con la forma en la que organizamos nuestras vidas donde todo parece fuera de control y al mismo tiempo todo está orientado. Direcciones que nos llevan de un lado para otro de forma caótica pero controlada por nuestra propia existencia. Realmente no hay nada en sus pinturas que sea ajeno al ser humano contemporáneo. No hay trampas, lo que aparece es lo que es, estamos en el terreno de la pintura pura.
Artista Plástico y Especialista en Arte Contemporáneo
Director de Río creative art center